Como bien sabemos, denominamos Jet Lag a una alteración en nuestros ritmos biológicos. Sucede cuando solemos viajar mucho y a diversos países, donde el cambio de horas hace que tengamos el desfase horario. Aunque no parezca importante en un primer momento, es cierto que esto nos puede generar pérdida de apetito o cansancio extremo.

Todo ello debido a que el cuerpo no ha hecho los ritmos habituales, sino que se han visto alterados por esos cambios de hora. Así que, si te preocupa y además, lo has vivido en primera persona, hoy te damos una serie de consejos para poder evitar todo este mal trago. ¿Quieres descubrirlos?.

Adaptarse poco a poco al cambio

Uno de los pasos que recomiendan todos los viajeros ante el temido Jet Lag es ir adaptándose un tiempo antes de que hagas el viaje en sí. Por eso, si podemos, lo mejor es que unos 5 o 6 días antes comencemos a adaptarnos desde casa. Es la mejor manera para que el cuerpo lo vaya sintiendo pero siempre, de forma gradual. ¿De qué manera lo consigo?.

Pues puedes acostarte más tarde de lo habitual. El primer día podrás comenzar a acostarte solo una hora más tarde, mientras que al segundo, intenta aumentar a dos horas. Es cierto que se trata de un consejo que funciona pero solo a la ida. Ya que no siempre tenemos tiempo para volver a hacer una rutina como esta.