Europa pescará plástico en el mar Mediterráneo. Año tras año los océanos dan menos pesca, lo que provoca un serio problema en el sector pesquero que permanece largas temporadas sin trabajar. Lamentablemente, lo que el mar está entregando cada vez más son desechos plásticos, con las indeseables consecuencias que todos conocemos.

Sin embargo, la comisaria de Pesca de la Unión Europea, María Damanaki, anunció que, tal vez, ha encontrado cómo resolver este doble problema de una vez.

La solución que propone es: la captura de plásticos. Es decir, que durante las temporadas de baja en la pesca, este sector se dedique a la extracción de los residuos plásticos del océano y que reciba una remuneración por ello.

«Eso tiene muchos beneficios«, dice la comisaria. «Habrá resultados en términos de descontaminación y los pescadores podrán trabajar en épocas en las que no pueden pescar«.

Dado que hasta ahora no existían otras soluciones plausibles, la patronal europea de reciclado de plásticos está de acuerdo con la propuesta. Así, pescadores e industriales, acompañados de autoridades locales y europarlamentarios, están proyectando lanzar a fines de este mes un proyecto piloto sobre pesca de plástico en la Costa Azul.

El mar Mediterráneo se transforma lenta, pero inexorablemente en un gigantesco vertedero. Un estudio franco-belga, realizado el verano pasado, estimó que aproximadamente 250.000 millones de pequeños objetos plásticos “navegan” en sus aguas, mientras que 500 toneladas ya estaban disueltas en ellas.

Lamentablemente, el problema se vuelve muy serio si consideramos la rapidez con que hemos logrado este nivel de contaminación y el tiempo que se demoran estas aguas en renovarse, casi un siglo.

Por otra parte, debemos saber que el Mediterráneo alberga el 6% de  las especies marinas en el mundo y el 1% si hablamos de cantidad.

«Así no pueden seguir las cosas«, declaró la comisaria Damanaki hace un mes en Atenas, en el marco de una conferencia internacional sobre contaminación del Mediterráneo por desechos plásticos.

Tratar de controlar el problema desde su origen parece no ser suficiente, según lo estimado en Bruselas, en donde también se consideran soluciones para otros mares y océanos. «El Fondo Europeo de la Pesca ofrece al sector pesquero la posibilidad de desarrollar proyectos a favor de la conservación del medio marino«, señala Damanaki. «Por ejemplo, el pescar envases«.

La comisaria ve provecho en la idea, no sólo por la descontaminación que supone, sino que además, muchos de los desechos que se recojan son reciclables, por lo tanto  significarán una entrada de dinero para los pescadores en épocas de baja pesca.

La iniciativa no es un proyecto legislativo ni una idea que la Comisión busque imponer en los gobiernos, es sólo una invitación con poca resonancia en las capitales europeas, que son las que administran el Fondo Europeo de la Pesca (FEP) y por ende son los que deciden.

España posee 1.131 millones de euros destinados al FEP para el periodo 2007 – 2013. Por su parte, la administración pesquera española aprecia esta iniciativa ya que «permite diversificar la actividad pesquera en determinados periodos, como son las vedas; supone una renta complementaria al colectivo de pescadores y un indiscutible beneficio medioambiental» declara el Ministerio de Medio Ambiente.

Y agrega, «los pescadores tienen una amplia experiencia y un profundo conocimiento del medio marino y, en este sentido, pueden ser piezas clave para actuar en este tipo de nuevas actividades«.

Para terminar, un valioso dato. El sector del reciclado de plásticos de Francia el año pasado pagó, con apoyo del fondo, 375 euros por tonelada de plástico recogida y se llegaron a recolectar 1.000 toneladas.

Cabe aclarar que esta cantidad de desechos se llegó a capturar sin intención, eran los residuos que quedaban en las redes después de una jornada ordinaria de pesca.