Un influencer es un nuevo tipo de personaje que se ha impuesto en los últimos años, es una persona que tiene un impacto real en los demás, que tiene cierta credibilidad sobre algo en particular, por lo que su presencia en redes sociales resulta una influencia para las masas y es por ello por lo que un influencer puede llegar a conseguir hacer negocios con grandes marcas para así convertirse en un prescriptor de estas.

Los influencers no son importantes en sí mismos, como podría ser en el caso de un actor o de un cantante, sino que su relevancia reside en sus seguidores.

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Es por esta capacidad de vender esta influencia a las marcas por lo que cada vez de forma más real se está considerando una nueva salida laboral, ya que se puede ganar lo mismo, o incluso hasta más, que en un trabajo al uso. Por ese motivo la universidad china Yiwu Industrial and Commercial College de Shanghai oferta entre sus grados de ingeniería y Arquitectura un módulo de asignaturas para poder aprender a ser un wanghong (influencer en chino) de profesión. Entre estas asignaturas para ser influencer encontramos teoría de la estética, clases de baile, maquillaje y cómo no, un curso de fotografía y vídeo donde aprenden a grabar, inmortalizar y editar imágenes y videos.

Gran parte de la estructura de esta carrera se basa en entender, aprender y saber poner en práctica los fundamentos del marketing social, ya que al fin y al cabo a lo que se aspira es a conseguir ser viral y captar a las marcas y a las agencias de publicidad, por lo que, entre otras cosas, se enseña a desarrollar artículos patrocinados, a gestionar las diversas redes sociales, también aprenden sobre protocolo de relaciones públicas y lo que podríamos llamar culturilla general. Referente a fotografía y vídeo, aparte de la parte técnica también aprenden a posar de forma estética. Además, también se dan lecciones sobre cualquier pequeño detalle que vaya a ser apreciado en la publicación, como la moda, el maquillaje, el estilo general.

Este mercado generó en China en el año 2016 sobre unos 53.000 millones de yuanes (6800 millones de euros, aprox.) una cifra que los analistas expertos en el tema pretenden que se duplique de cara al 2018. Una influencer china media, como por ejemplo Ling Ling, de 29 años que, en el año 2016 facturó más de 35 millones de euros simplemente publicando sus selfies.

Ahora todo aquel residente de Shanghái que quiera convertirse en un gran influencer en las redes y vivir de colaborar con agencias y marcas, podrá hacerlo de forma profesional cursando esta carrera que ofrecen en China.