El mundo está lleno de información que no conocemos. No en vano alguien dijo que solo hay 2 cosas infinitas: el universo, y la información que hay dentro de este. Incluso cuando reducimos el área de estudio a un solo tópico, como las enfermedades, nos encontramos con toneladas de información frente a nosotros. Pero como sabemos que siempre estás tratando de disminuir esa brecha, hoy te contaremos un poco sobre un peculiar padecimiento: el Síndrome de Williams.

Se trata de una condición en la cual la persona confía ciegamente en toda persona con la que interactúa, por lo que siempre se mostrará cordial, amistoso y profundamente fraternal; sin importar que se trate de un amigo, un familiar, un vecino o un completo desconocido con quien acaba de toparse en medio de la calle. Estas personas literalmente entregan su corazón por completo, a cada individuo con el que interactúan, sin ningún miedo a ser lastimados.

Caracteristicas del comportamiento en personas que

El Síndrome de Williams recibe su nombre del cardiólogo neozelandés John Williams, quien lo descubrió en 1961. Este médico se percató de que una serie de pacientes presentaban rasgos faciales similares: mejillas estrechas, orejas prominentes, pómulos protruyentes y narices antevertidas; sumados a seguir el mismo tipo de comportamiento extremadamente afectuoso. Tras profundas investigaciones terminó por encontrar la enfermedad que los sujetos presentaban en común: estenosis supravalvular aórtica, la cual sabemos hoy en día que aparece por una falla en el cromosoma 7.

Características del comportamiento en personas que padecen Síndrome de Williams

Incapacidad de leer señas sociales

Las personas que presentan esta condición tiene una gran dificultad para entender las señas sociales. No notan cuando una persona se siente incómoda en su presencia, o si algo que han hecho se considera irritante, para ellos siempre se trata de una situación agradable y amistosa.

Desarrollan fijaciones

Diversas investigaciones han concluido en que la mayoría de las personas que presentan el Síndrome de Williams tienden a desarrollar fijaciones muy específicas. Por ejemplo, la doctora Jennifer Latson, en su libro “El niño que amaba demasiado: una historia real sobre la simpatía patológica”, narra como uno de sus pacientes se maravillaba con los objetos que giraban: ventiladores, molinos o limpiasuelos.

No marcan diferencias en su afecto

Uno de los rasgos más difíciles de asimilar para las familias donde hay niños con el Síndrome de Williams es el hecho de que estos no hacen ninguna distinción respecto a su forma de ser. Y es que las personas con esta condición conectarán igualmente de forma emocional con sus padres, con un vecino o simplemente  con una persona con la que acaban de conversar.

Poseen un increíble sentido musical

Algo que podemos destacar en las personas que presentan el Síndrome de Williams es una increíble agudeza auditiva. Se ha asociado este padecimiento con una mayor predisposición a presentar el llamado “oído absoluto”.