Se entiende por biodiversidad a la variedad existente de seres vivos, tanto microorganismos como flora y fauna y las infinitas relaciones que se dan entre ellos y el entorno en el que habitan. Esta se expresa en:

  • Variedad de ecosistemas y/o biomas en la biosfera.
  • Variedad de especies dentro de los ecosistemas.
  • Variedad genética existente entre la misma especie.

Esta diversidad biológica (sinónimo de biodiversidad) cumple importantes funciones que permiten el mantenimiento de procesos ecológicos tales como la regulación del clima, la disponibilidad de agua o la fertilidad de los suelo.

Es así que la gran variedad de plantas silvestres existentes en los diferentes biomas que pueblan nuestra Tierra nos sirven como alimento, abono, fuente de energía, medicina de uso humano y animal, nos proveen forraje y fibras, refugio y alimento de insectos además de sernos útil como plantas tintóreas, mágicas o rituales, etc.

También la diversidad animal participa de varios procesos naturales, además de intervenir en actividades y procesos propiamente humanos ya que también se utilizan como fuente alimenticia, abrigo, entre muchos otros.

Es por este motivo que debemos preguntarnos: ¿cuántos remedios, fibras textiles, colorantes, carnes silvestres, resinas son desconocidas aún para la ciencia? Por esto mantener la mayor cantidad de áreas protegidas y conservar así, la mayor diversidad biológica que sea posible, es una forma de ganar tiempo para que los futuros investigadores nos sorprendan con nuevos recursos que mejoren nuestra calidad de vida.