Deterioro de las praderas oceánicas. Un equipo de estudiosos entre ellos científicos marinos y submarinistas de Oceana, quienes investigan a bordo del buque «Oceana Ranger» el estado de las aguas colindantes a las costas Baleares, han denunciado que el deterioro de las praderas de Posidonia se está acelerando y se expande a pasos agigantados.

Este deterioro es producto de los fondeos sobre las praderas submarinas de Es Freus, entre Ibiza y Formentera. A pesar de que esta zona se halla protegida y se encuentra terminantemente prohibido el fondeo sobre las comunidades de Posidonia, centenares de embarcaciones encallan sobre esos prados submarinos a diario, corrompiendo sin piedad la ecología de la zona.

Son decenas de hectáreas de Posidonia que se hallan gravemente dañadas y muchas de ellas han desaparecido completamente por el efecto del tránsito marino y los fondeos a los que son expuestas. favorece este lamentable accionar la falta de vigilancia erigida sobre las zonas supuestamente protegidas.

Lo peor de todo es que la destrucción se extiende hacia las zonas con mayor vegetación, como lo es el Racó de S’Oli, en Formentera, lo cual podría amenazar seriamente la biosfera marina del lugar.

El director de la investigación, Ricardo Aguilar, expresó: «La zona frente a Ses Illetes no puede ya soportar una agresión tan continuada y fuerte, y son ahora los fondos de la parte sur los que están recibiendo una afluencia cada vez mayor de embarcaciones y fondeos. Son miles las plantas arrancadas que hemos podido observar en esta zona».

Según Xavier Pastor, uno de los oceanógrafos de la investigación las praderas oceánicas además de producir una gran cantidad de beneficios naturales, en Baleares ayudan a mantener la principal industria de las islas, el turismo; pues ayudan a mantener las playas y parajes como también los paisajes marinos, que año a año atraen a miles de personas, dijo: «Si tan solo se invirtiera menos del 1% de los beneficios que estas plantas generan se podría contar con medios más que suficientes para su protección».

El equipo de investigación aseguró que va a denunciar este deterioro ante la Comisión Europea, la Unesco y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y que solicitará a España, al Govern Balear y a los Consells insulares que sean rigurosos y exijan que se cumpla la legislación, donde se considera que las praderas de Posidonia son un hábitat prioritario.