JamonIbericoBellota

 

Las navidades están a la vuelta de la esquina. Hay un manjar que no debería faltar en ninguna mesa en estas fiestas: el jamón ibérico de bellota. Existen varios tipos; algunos mejores que otros, que simulan ser de calidad y, en realidad, son un poco cutres. No dejes que te tomen el pelo; los expertos aseguran que un buen jamón de bellota es muy saludable, y hay que disfrutarlo. Te ayudamos a distinguir un buen jamón de bellota del malo.

En primer lugar, el jamón ibérico de bellota 100% ibérico se distingue por su etiquetado. Además de la certificado de denominación de origen, lleva un crotal de color negro; eso significa que proviene del cerdo ibérico sin cruces. El crotal rojo que es un jamón ibérico al 50% (no es de raza pura). Hay dos etiquetas más que corresponden al cebo de campo (color verde) y al jamón de cebo (blanco); es decir, que han comido pienso, y no bellota.

Otro detalle para identificar un buen jamón de bellota está en su forma alargada y estilizada; tiene una caña muy fina, propia de la raza del cerdo ibérico; y, por supuesto, es de pata negra.

El cerdo ibérico ha estado alimentado únicamente de bellota. Eso no sólo repercutirá en su sabor, sino también en la textura. El jamón de bellota nos permite introducir los dedos en el tocino que está en la parte inferior de la pieza, sin ejercer mucha presión. Nos mancharemos pero habrá merecido la pena.

Una vez que hemos hecho las comprobaciones pertinentes, llega el momento de abrir el jamón. La carne del jamón puro de bellota tiene una tonalidad color burdeos, y la grasa contiene más de un 60% de ácido oleico (el del aceite de oliva),procedente de la bellota. El veteado y los pequeños puntos de color blanco son señal de una adecuada curación, que sin duda nos aportará vitaminas, proteínas y mejorará nuestro colesterol.

Y es que en la curación se encuentra otro de los secretos. El jamón ibérico de bellota debe tener cuatro años de curación, aunque también depende de su peso. Según la normativa, las piezas deben alcanzar los 7kg. de peso. Lo ideal sería que la pieza de jamón de bellota se encontrase entre los 8kg. y 9kg. de peso.

Y por último, que no menos importante, hay que tener en cuenta el precio. No te vamos a engañar, un buen jamón de bellota no es barato. No existen las gangas, pero si que hay una gran variedad en su oferta que se puede adaptar a tu bolsillo. Siempre que sea posible, darse un capricho al año no hace daño.