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Como les decía en el anterior post, el gecko es una mascota no convencional que requiere algunos cuidados que no se pueden obviar. En primer lugar tenemos que asesorarnos con el médico veterinario acerca de las distintas dolencias que puede sufrir y cómo detectarlas.

Al gecko le gusta esconderse en los más diversos lugares, y para evitar este inconveniente se aconsejan jaulas de vidrio o peceras, y nunca las de alambre, que además no retienen el calor y pueden lastimar al animal. Este reptil necesita luz natural su buen desarrollo, por eso habrá que ubicar el recipiente o jaula donde haya sol.

En cuanto a su alimentación, en es un animal insectívoro, lo ideal sería darle la mayor variedad posible de insectos, y suplementarlos con polivitamínicos y minerales aptos para esta mascota. Los insectos más fáciles de encontrar en tiendas especializadas en reptiles son los grillos y los tenebrios, que son los gusanos de la harina.

Mucho cuidado con ofrecerle insectos como moscas o cucarachas, porque pueden estar contaminados y hacerle mal al gecko, es mucho mejor darle los insectos comercializados para este fin. Vale resaltar que esta mascota necesita agua, que se le puede dar en recipientes o en spray para rociar en el ambiente, y que el reptil pueda lamer las gotitas.