Cómo se hace la sidra ecológica. ¿Habías olvidado que la sidra se hace con manzanas? O si bien lo recordabas ¿nunca llegaste a percibirlo?

Pues esto no ha pasado en Asturias, donde se sigue valorando la sidra como bebida natural pura, sana y con poderes curativos.

En Asturias hay 60 cosecheros de manzana ecológica para sidra que fue Premiada en la última Feria Agroalimentaria de Productos Ecológicos de dicha provincia. De los 5 productores de sidra ecológica de Asturias acreditados por el COPAE, el que más llama la atención es el establecimiento El Noceu. Estos productores elaboran la sidra de forma totalmente artesanal y tradicional, con un método 100% ecológico y sustentable.

Estos asturianos, artesanos de la sidra, cultivan la manzana en tierras equilibradas, previos análisis químicos para saber los contenidos de minerales y nutrientes que aseguran que los árboles crezcan fuertes y saludables. Luego utilizan abonos orgánicos y no realizan controles de plagas ni siquiera ecológicos. En el momento de enfrentarse a alguna peste utilizan una mezcla de cebolla y ajo.

Tampoco repelen aves ni insectos sino que permiten que cumplan su labor en el ecosistema de las plantaciones de manzana, incluyéndoles árboles de cerezos y nidos para que los pájaros que comen los pulgones de los manzanos tengan dónde vivir y qué comer. También colocan palos altos para posaderos de rapaces para que gusten de la zona y colaboren cazando ratones.

Para hacer la sidra ecológica estos agricultores recogen unos 5.000 kilos la manzana a mano unos dos días antes de inciar la preparacion cuando se encuentra en su punto justo de maduración. Luego la lavan y escogen las mejores. La trituran a última hora de la tarde y la dejan oxidar toda la noche. Luego la prensan y dan lugar a la fermentación que se realiza de forma natural sin añadidos químicos.

Para su envasado utilizan los tradicionales toneles de castaño. Para el corchado no utilizan el bombeo sino la gravedad, dejando que la sidra caiga por su propio peso. Utilizan corchos de buena calidad y luego la baten, algo que antiguamente se llamaba «marearla» que lograban haciéndola circular en un carro por los caminos de vacas.

Esta sidra ecológica es un lujo por su sabor intenso y refrescante, su aroma a manzana característico y su gran limpidez. Una delicia sólo para escogidos ya que la producción es a pequeña escala por el gran trabajo artesanal que conlleva.