Subviraje y sobreviraje

En muchas ocasiones nos encontramos con estos dos términos en artículos de motor, y a la mayoría de nosotros nos pasa que no somos capaces de distinguir uno del otro.

Mucho más cercano son las expresiones coloquiales ‘irse de morro’ e ‘irse de atrás’, sinónimos de los dos comportamientos del coche que vamos a analizar a continuación, tanto en cuales son los motivos que los provocan, como sus efectos.


El subviraje es producido por la tendencia que tienen todos los coches a seguir rectos cuando llegan a una curva. Si al entrar en la curva, el giro que realiza el coche es más abierto que el de la curva, el coche se acabará saliendo fuera de la calzada antes de completar el giro.

Subviraje frente a trazado normal

Más simplificado. Llegas a una curva cerrada y giras, pero en plena curva tienes la sensación de que el giro lleva una trayectoria diferente a la de la carretera, como si hubieses girado poco el volante. Pruebas a girar más, pero la trayectoria es la misma, el volante da la sensación de que flota y el coche no gira más. Tu coche está subvirando, o más coloquialmente, se va de morro.

Una de las causas más habituales de que se produzca el subviraje, es que cuando estamos en la curva, intentamos acelerar con más fuerza de la que debiéramos, y el coche no es capaz de girar y acelerar al mismo tiempo.

Otros motivos, más propios del coche, son una presión inadecuada en los neumáticos, elementos de suspensión delanteros más duros que los traseros, una menor altura de la parte delantera del coche con respecto a la trasera o una incorrecta alineación de la dirección.

Si por el contrario, cuando entramos girando en la curva, el giro que realiza el coche es más cerrado que el de la curva y el morro comienza a apuntar cara un punto anterior a la salida de la curva.

Sobreviraje frente a trazado normal

Otra forma de verlo. Comienzas a girar y te da la sensación que la parte trasera del coche intenta adelantar al morro. El efecto continua, y si es fuerte, muy posiblemente acabarás haciendo un trompo y tu coche quedará apuntando a la dirección contraria a la que circulabas. El efecto que ha provocado que hagas ese trompo es el sobreviraje, y se puede decir que tu coche se ha ido de atrás o de culo.

El motivo más común del sobreviraje es frenar bruscamente cuando el coche gira, y otros motivos ajenos a la conducción pueden ser de nuevo la presión incorrecta o una suspensión trasera mucho más dura que la delantera.

En otros ámbitos como la competición, se suele provocar sobreviraje frenando con el pie izquierdo justo antes de la entrada de la curva, para intentar colocar el coche en esta. En carretera abierta, además de peligrosa, esta maniobra carece de sentido.

Tanto el subviraje como el sobreviraje se pueden corregir gracias a ciertos pasos a seguir por parte del conductor. Esto lo trataremos en otros artículos próximos, que tendrán lugar los domingos venideros.

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