No podemos negar que en la intimidad de nuestro hogar podemos hacer cosas que negamos, asquerosidades, pero que realmente llegamos a hacer casi cada día. Una de ellas es oler la ropa interior. Algo quizás inexplicable si se piensa fríamente, pero que se trata como de una especie de acto reflejo.

Claro que esto no se puede ir contando a los cuatro vientos, por ello, siempre es mejor negarlo. Pero no significa que no pase, sino que nos da un tanto de reparo el reconocerlo. Cuando sucede es porque realmente sabemos que es algo bastante asqueroso y de ahí que no queramos admitirlo. ¿No te parece?.

Oler la ropa interior

Close-up of sexy panties on a woman's feet

Una de las asquerosidades que se suele hacer es oler la ropa interior. Sí, ya solo mencionarlo queda bastante asqueroso. No es que sea tomado algo como de costumbre, pero son muchas las personas que sí lo llegan a hacer y casi, sin darse cuenta. Es decir, en ocasiones no se trata de algo que se haga totalmente a conciencia, sino más bien un acto reflejo. Algo que crea cierta expectación y que cuando lo realizamos, no podemos evitar que se nos ponga esa cara de asco que refleja el final de un hecho como este.

Es uno de esos gestos que son llamados ‘masoquismo benigno’. Es un término para designar esa acción que sabemos que no está bien del todo pero que realmente la llevamos a cabo, por una especie de instinto. Aunque, no haremos daño a nadie. Como mucho a nuestro olfato, pero en cuestión de segundos se nos habrá olvidado…¡hasta la siguiente!. En ocasiones nos sentimos bien con dichas acciones y es por ello que se suelen repetir en nuestra vida diaria aunque sea un tanto asqueroso, es cierto.