El señor y la señora Andrews, pintado por Thomas Gainsborough; en 1748, es una de las pinturas que más cautivan a los visitantes de The National Gallery en Londres, Inglaterra. Pero como ha ocurrido antes, con otros grandes cuadros de la historia del arte –como la Mona Lisa o La noche estrellada–, no siempre causó atracción.

Existen escasas referencias a la obra anteriores a 1927, cuando fue expuesta por primera vez en Ipswich. Ante la sorpresa de propios y extraños, rápidamente se convirtió en un fenómeno artístico. Fue uno de los cuadros elegidos para celebrar la coronación de Isabel II, en Paris, Francia. Sin embargo, siguió siendo propiedad privada hasta los años 60.

¿Por qué la pintura de Gainsborough es una obra maestra?

Por qué la pintura de Gainsborough es una obra maestra

Podemos empezar señalando su singular mezcla de paisajismo y retrato, que era excepcional en su época. Se trata de una pintura que conjuga la actividad cotidiana de los protagonistas -los Andrews- con el entorno que los rodeaba. La técnica pictórica del óleo, le permitió a Gainsborough recoger -con lujo de detalles- la riqueza del paisaje.

El crítico de arte, John Berger, explicaba -en Modos de ver– que éste cuadro muestra, ante todo, el poder del matrimonio entre Robert Andrews y Frances Carter, personajes que muestran al espectador su propiedad, en Sudbury, Inglaterra. Gainsborough supo capturar a Robert Andrews; y también el orgullo que sentía por sus posesiones.

Sin embargo, la nueva biografía de Gainsborough añade una nueva lectura, donde se habla sobre éste cuadro. El biógrafo, James Hamilton, sugiere una alternativa. En realidad, la obra más célebre del pintor está plagada de detalles que ridiculizan a los Andrews. Citando sus palabras: “ciertos signos apuntan a una venganza del pintor”.

¿El señor y la señora Andrews es un acto de venganza?

Aunque algunos de sus hallazgos son discutibles, su planteamiento es plausible. Para empezar, hay un par de signos fálicos un poco visibles. El primero se encuentra en el regazo de la señora Andrews, un área sin pintar. Los expertos han sugerido distintas hipótesis acerca del contenido. ¿Un faisán? ¿Un bordado? ¿Un perro? ¿Quién sabe?

Otra burla se encuentra en la bolsa del señor Andrews, similar a los genitales masculinos, señaló el biógrafo. Un retrato similar a lo que vemos, que Gainsborough solía bosquejar en su cuaderno. Pero la máxima ridiculización se encuentra al fondo. Dos burros -al lado izquierdo- detrás de la cerca; que riman visualmente con la pareja.

¿Por qué Gainsborough lo hizo? Hay bastantes teorías, pero todas resultan posibles cuando se toma en cuenta el por qué no se terminó. Una pintura con tal detalle no habría sido dejada así, no sin un entendimiento mutuo, una pelea. Así que fue retirada del público hasta el siglo XX, cuando todos los implicados llevaban tiempo muertos…