francisco-oller-1.jpgNació en el pueblo de Bayamón, Puerto Rico, en el año 1833 y murió en San Juan en 1917. Comenzó a demostrar su increíble talento a los doce años. Al principio de su carrera hizo trabajos con motivos religiosos, pero cuando su obra llegó a la madurez, se interesó por los paisajes y retratos.

En 1851 viajó a Madrid e ingresó en la Academia San Fernando donde estudió con Federico Madrazo, el pintor más importante de la época. Entre 1858 y 1865 se estableció en París, y durante tres años estudió con el pintor académico Thomas Couture. Pero luego regresó a su país para vivir por cierto tiempo en el Palacio de Santa Catalina (o la Fortaleza), debido a una invitación del gobernador Félix María Messina.

Oller fue el único pintor latinoamericano que participó en la revolución impresionista, y quien logró introducir este estilo en España. En sus obras pictóricas (cuenta con más de cien piezas) sobresalen dos temas: el religioso y las costumbres del campesino y del negro.

De sus pasos por Francia y España hay pinturas típicamente impresionistas, como por ejemplo algunos paisajes. En cambio, otras de sus obras, en especial aquellas que corresponden a su estancia en Puerto Rico, se alejan del impresionismo para representar de forma crítica la cruel realidad de su país.

De este último género sobresale su cuadro «El velorio» (1894), el cual, además, es un ejemplo de su maestría en el arte de combinar los colores. El mismo se trata de una protesta contra una costumbre que él consideraba absurda.

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Otras obras suyas son: «El estudiante», «Plátanos Amarillos», «Hacienda Aurora». Pintó una gran cantidad de cuadros de temas variados: retratos -como el del poeta Gautier Benítez-, paisajes, bodegones y telas costumbristas.