cereal amaranto

Amaranto, cereal para celíacos. El cultivo de este pseudocereal se remonta a más de siete mil años en el continente americano, en países como México, Perú o Bolivia. De este cereal se aprovecha todo, tanto el grano como sus hojas.

Además de no contener gluten, tiene un alto contenido en proteínas, vitaminas y minerales, importantes todas ellas para el crecimiento, por lo que es muy recomendable para niños y muy indicado en periodos de desnutrición y anemias; especialmente en la primera etapa de la enfermedad celíaca, en la que suele presentarse carencia de vitaminas y minerales.

Muy indicado en personas que sufren de osteooporosis, por su contenido en calcio y magnesio, además de ser una planta con un alto contenido nutricional.

Es de destacar su gran valor nutritivo; las hojas tienen más hierro que las espinacas y un alto contenido en fibra, vitaminas A y C y minerales como el hierro, calcio y magnesio, así como proteínas (15-18 %)

Posee un alto valor de aminoácidos, especialmente de lisina, del que suelen estar carentes los cereales, alrededor de un 8 % de ácidos grasos como el escualeno y la mitad de su peso en almidón, por lo que se considera un excelente espesante.

Si se consumen las hojas del amaranto como verdura, es necesario hervirlas por su presencia en oxalatos y nitratos: Los granos se pueden tostar o consumir en forma de copos para añadir a la leche, sopas, legumbres u otras preparaciones.

Debido a la presencia de almidón sus granos pueden ser molidos y obtener una harina, que constituye un excelente espesante o utilizar para distintos rellenos.

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