Mourinho en boca de todos. Uno de los temas de los que más se ha hablado esta semana fue la pelea entre los madridistas con los catalanes. El incidente acontecido durante la final de la Supercopa, una trifulca que llevó a que José Mourinho, el dirigente del Real Madrid le metiera un dedo en el ojo al segundo entrenador del Barcelona, Tito Vilanova.

Luego del conflicto, algunos medios afirmaron que Mou dejaría el equipo, sin embargo él salió a desmentir dichos rumores. En su última conferencia de prensa, se rió de aquel joven que hizo un vídeo haciéndose pasar por el portavoz del portugués. Mou dijo: «Ha hecho bien. Se ha divertido. Me parece una buena broma. No ha sido él quien no ha sido profesional. Lo han sido los que han dado una noticia sin tener garantías de con quién estaban hablando».

 

El único de los convocados que no jugó ni un sólo minuto fue Iker Casillas, algunos especularon con que Mou lo había dejado afuera por su camaradería con alguno de los jugadrores del Barça, sin embargo el técnico explicó esto diciendo que Adán, el otro portero: «Necesita jugar, sentir el ambiente, estar en la portería para poder evolucionar».

Por otro lado, cuando se le preguntó a Mourinho si le había enojado que Iker llamara a Xavi y Puyol, no sólo para intentar calmar las aguas sino también para organizar una cena, él expresó, con esa solemnidad que lo caracteriza cuando hablar, dijo: «Iker Casillas puede hablar por teléfono con quien quiera».

Así están las cosas. Estos incidentes no son acontecimientos menores, el sábado hemos presenciado una de las terribles consecuencias del cotilleo que ensucia el fútbol, uno de los deportes más bonitos que existen.