Muchas veces no podemos creernos los cambiazos que pegan las estrellas. Y nos referimos tanto a ellas como a ellos. Vemos cómo poco a poco se van apagando, y de repente… ¡bam! Hay un cambio de cara. No sabemos exactamente qué se han hecho, pero sí que notamos que tienen una nariz distinta, o algo en los pómulos. Es posible que no sepamos qué es. Pero sabemos que hay algo diferente. Y esto es lo que ha pasado con Pamela Anderson.
Conocimos a Pamela Anderson como actriz. Era una rubia impresionante que actuaba en «Los vigilantes de la playa«, una serie de los noventa que se estiló muchísimo en nuestro país. Bueno, y en todas. No solo porque estaba David Hasselhoff, que también. Sino porque veíamos a una Pamela jovencísima, corriendo por la playa, despampanante como ella sola. Fue esta serie la que la llevó al éxito, pero también la que hizo que se le subiera la fama.
No sabemos si es que tenía miedo a envejecer o a no salir en la prensa del corazón. Pero poco a poco parecía tener afición a pasar por el quirófano. Cada vez estaba más rubia y con los pechos más grandes. Hasta que no pudo más. Luego, como ocurre con estas operaciones, se arrepintió, y fue arreglándose poco a poco para quedar despampanante, pero no tan artificial. Porque es eso: desde el primer momento en el que se retocó, ya vimos a una Pamela Anderson artificial, tipo Barbie.
Cosas como sextapes con sus maridos salieron a la luz, y también le dio una imagen de ser una bomba sexual. Y no ha podido librarse de ese cliché desde entonces. Es algo difícil de quitar, sobre todo cuando tienes una imagen determinada. Y desde luego, Pamela Anderson tiene una imagen muy específica. Pero parece que ahora está cambiando algo. Porque con las últimas fotos que han salido a la luz… ¡Madre mía! ¡Pamela Anderson está irreconocible!
Sí, parece que alguien tiene nueva cara, y también nuevo estilo. Porque el maquillaje y el estilo a la hora de vestir también hace mucho, aunque no nos demos cuenta. Es por eso que también es importante. Y en el caso de Pamela Anderson, aún más. Si te das cuenta, ahora visto de una forma muy elegante. Deja atrás los vestidos cortos ceñidos. Y aunque este último vestido, tiene escote, no es lo mismo. Además, en estas últimas fotografías lleva un peinado de lo más sofisticado, que es un semirecogido, propio de alguien que va a una gala y no de fiesta.
El resultado es el que ves, una mujer que sí, que se ve que se ha operado, pero que está empezando a parecer una mujer de verdad de nuevo. Sí que quedan algunas reminiscencias de la Pamela que llegó a ser en su día. ¿Qué te parece a ti?
