¿Cuántas teorías sobre extraterrestres conocemos? Pues bien, de entre esa multitud vamos a destacar una por la fuerza que está tomando en los últimos tiempos. Que los extraterrestres sean los seres humanos se está armando de argumento, y no sólo por científicos aislados. Por eso, vamos a comentar las pesquisas en las que se basan.

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¿Somos capaces de no reconocernos?

En primer lugar, encontramos rasgos físicos evolutivamente similares. Aunque en primera instancia no nos resulten familiares, las caras de los alienígenas derivarían de las nuestras. Pero, ¿cómo es eso posible? Al parecer, si nos centramos en la cabeza, los ojos humanos cada vez son más redondeados, al contrario que la misma cabeza, que crece en forma de pera invertida.

Si nos referimos al cuerpo, la evolución le está empujando a una estilización, aun cuando la obesidad es un problema que sigue sin solventarse. ¿Habrá extraterrestres con sobrepeso? Parece que no. Sin embargo, los poderes sí estarán presentes. De ese modo es como el ser humano traspasará la frontera de lo físico y obtendrá capacidades, como leer mentes y mover objetos.

Puede sonar a ciencia ficción. No obstante, los indicios muestran altas probabilidades de ello. Las películas se han pasado años trayéndonos una realidad que nos hemos negado a creer y no estaban tan lejos. Tal sutil ha sido el parecido en las recreaciones que lo hemos pasado por alto. Las dudas entonces serían: ¿por qué no podemos verlos desde el telescopio y qué quieren de nosotros?

La respuesta a la primera cuestión sería la relatividad del tiempo. Fuera de la Tierra, el paso del mismo es diferente, como Einstein dijo en su momento. Según esto, nosotros veríamos su pasado y ellos el nuestro, por lo que no seríamos nosotros directamente, sino nuestros ancestros o antes incluso. Eso explicaría la falta de contacto con los humanos.

Si queremos contestar a la segunda pregunta, qué quieren, podemos tomar varios caminos. Por un lado, la curiosidad humana se mantendría en el futuro y querrían contactar con nuestro planeta. Igual que lo haríamos nosotros con un familiar en Italia, por ejemplo. En otro sentido, este contacto puede que sea con un fin amigable o todo lo contrario. Tal vez buscan avisarnos de un peligro o una venganza sin igual. Si la curiosidad se mantuviera en el tiempo, ¿por qué no el rencor?

Esta teoría no es una locura de una noche. El hecho de que los humanos futuros vuelvan a su primer hogar, ya sea para bien o para mal, es un comportamiento muy típico de la especie. Lo bueno de ello es que sabemos que sobreviviremos, aunque el cómo y el dónde sea una incógnita por ahora. Por tanto, ¿qué mejor que acogernos con cordialidad a nosotros mismos?