¿Crees que es algo nuevo? Desde luego que no. Desde que existen los dispositivos móviles, nos encontramos con que existen baterías de repuesto. Ya sea en cámaras, teléfonos u otros aparatos electrónicos. La era del cargador llegó hace relativamente poco, pero ha empezado a decaer, porque para beneficiar la portabilidad, las baterías empezaron a ser no extraíbles.

power-bank-bateria-externa-2600-mah-cargador-portatil-10967-MCO20036551564_012014-F

Así, seguro que recuerdas que al principio, las baterías eran sustituibles, y así nuestro móvil duraba mucho más. Podías tener de repuesto, por si acaso te ibas de viaje, para que te durara mucho más tiempo. Pero en la actualidad, los móviles son centros multitarea. Ya no solo llamamos, sino que también hacemos fotos, mandamos mensajes, y estamos eternamente conectados con las demás personas. El uso que le damos, por tanto, es totalmente extremo.

Y por eso, al fallar las baterías y no durar nada, se da una época parecida, aunque no exactamente la misma: es la de las baterías portátiles, en las que las llevamos en los bolsos, o si no, los cargadores, para así, no quedarnos sin batería nunca más, pues eso se ha convertido en uno de los mayores miedos cotidianos del primer mundo.

bateria-portatil-bateria-de-reserva-para-dispositivos-moviles-coleccion-golf

Pero, ¿es esto bueno? En realidad, no tiene por qué ser malo, pero sí que creamos cierta dependencia de estos cargadores. Puede que si no usáramos tanto el móvil, no se nos acabaría, pero también depende de la profesión a la que nos dediquemos. Además, podría suponer el fracaso de las baterías integradas, aunque esto no parece que vaya a desaparecer en mucho tiempo. Por eso, de momento, llevamos ese peso extra de la batería en nuestro bolso o en nuestra mochila, porque de esta manera nos sentiremos mejor cuando estemos fuera de casa, y con la batería a punto de agotarse. ¿Y tú? ¿Crees que es una buena idea?