Las redes sociales sirven para acerca algunas distancias, por ejemplo, entre la familia que vive en distintos paĂses. Pero de vez en cuando, muchas más veces de las que desearĂamos, las redes han sido la plataforma en la que hemos metido la pata. Lo que ocurre es que hay meteduras grandes, y pequeñas. Y la que vamos a mostrar aquĂ es de las monumentales.Â
Seguro que has oĂdo el caso, o uno de los casos, porque ha pasado más de una vez. Todo empieza con la máxima felicidad de una mujer que está embarazada y lo publica en las redes sociales. En su muro publica que está muy feliz porque «llega un nuevo miembro a la familia», y sube, además, una foto con un test de embarazo que ha dado positivo. Con ello, no se habĂa dado cuenta de que habĂa abierto la caja de Pandora.
Y es que entre las felicitaciones de todos los contactos, amigos y conocidos, habĂa uno que resaltaba: «Felicidades. SĂ© que tĂş y Mark sois muy felices. Espero que ahora que estás embarazada, dejes de mandarme fotografĂas de tus pechos (…), y que dejes de venir a mi oficina para ofrecerme sexo porque me acostase contigo. Fue un error que te llevĂł a obsesionarte conmigo y has arruinado mi vida». Vamos, toda una declaraciĂłn de intenciones.
La cosa no terminĂł ahĂ, porque el hombre terminĂł recomendando al marido de la chica que pensase que el bebĂ© podrĂa ser de otro, que en su caso, ella arruinĂł su matrimonio, y que su ambiente de trabajo era insoportable. DespuĂ©s de eso, ella tuvo que admitir su infidelidad, y la foto recibiĂł más de 1000 likes. Lo Ăşltimo que sabemos es que el tipo quiso ponerse en contacto con el marido para dejar las cosas claras, y no a travĂ©s de una red social.