Mercadona es uno de los grandes supermercados españoles, y está en pleno crecimiento. Y para demostrarlo, han hecho una gran inversión en un superordenador que controla el stock de prácticamente todo lo que se vende en cada Mercadona de España. ¿No te lo crees? Pues te vamos a explicar cómo funciona esa potente máquina que acaban de instalar.
Está ubicado en Valencia, más concretamente en Albalat des Sorells y es un superordenador en una habitación de 300 metros cuadrados. En realidad, media habitación está vacía porque en los próximos cuatro años piensan renovarlo y adquirir un hermano gemelo del ordenador para que esté en funcionamiento las veinticuatro horas del día.
Este ordenador lo que hace es controlar el stock nacional de Mercadona, de cualquier producto de cualquier supermercado de la marca. Así pues, la inversión ha costado 126 millones de euros. Pero no solamente en un superordenador, sino también en los terminales que se instalan en todos los supermercados, como balanzas del peso, dispositivos móviles… y también en el campo, y en puestos de recepción de mercado.
Así pues, todos estos terminales están conectados unos a otros, y en tiempo real se puede saber el stock. Por ejemplo, si en una de las balanzas de la sección de fruta de un supermercado de Mallorca, un cliente ha comprado un kilo de plátanos, en el centro de operaciones de Valencia lo sabrán en ese mismo momento, y sabrán que esa tienda tiene un kilo menos de plátanos. Esta información se envía a todo el mundo, incluso a los proveedores, y pueden calcular en cuánto tiempo le van a llamar para un nuevo stock de plátanos.
Lo mismo ocurre con el pescado, y es una de las grandes novedades, porque el stock de productos no perecederos no es tan importante, pero aquellos productos que tienen que venir todos los días, son más difíciles de calcular. Por eso, han pasado de comprar el pescado a granel a comprarlo en la lonja, lo que supone un pescado más fresco, cada día, que pasa del barco a la tienda. Una mejor gestión del stock permite no derrochar y ahorrar una gran cantidad de dinero en comida que no se desperdicia.
