Si has entrado en este post, es porque estás preocupado por saber si tienes una cornamenta sin saberlo. Aquí tienes un par de claves, pero ten en cuenta que no siempre acertamos, y es posible que tú seas un desconfiado por naturaleza. Si te sientes identificado con la mayoría de cosas que te contamos, cuidado…

Siempre con el móvil

Puede que suene a excusa, y es lo más típico que pensamos cuando nuestra mujer no se separa del móvil. Pero te pone de los nervios cuando no se separa de ese aparatito. Además, cuando quedas con ella, siempre está con el móvil, tecleando y sonriendo. Cuidado, puede que simplemente se esté sumergiendo en este mundo de las nuevas tecnologías y esté mandando fotos de gatitos a todos sus contactos, incluido a ti.

Pero si notas que no es así, porque siempre tiene controlado su móvil y cada vez que se lo sujetas se inquieta, igual sí que tienes motivos para sospechar. También si por ejemplo, se pone alerta cuando le haces alguna pregunta tipo: «pero ¿a quién le escribes tanto?». Incluso es posible que ella, para hacerse la graciosa y no levantar sospechas, te responda: «a mi amante», entre risas. Ojo, que si te responde esto, no quiere decir nada. Tal vez tiene un grupo de chats con las chicas del gimnasio y siempre se ríe.

Lo peor que puedes hacer, pero que probablemente harás, es mirar el móvil. Pero si tiene un amante, créenos cuando te decimos que no lo vas a encontrar entre sus contactos como tal, sino que probablemente esté escondido como contacto conocido, su mejor amiga, o esa nueva amiga de la que tanto habla. Te aconsejamos que no seas tan desconfiado en un primer momento, y mires las demás señales antes de mirar su móvil, porque eso puede desencadenar el fin de vuestra relación, sin amante de por medio.