Seguro que a todos nos ha pasado alguna vez, o tienes ese miedo permanente porque no sabes qué vas a hacer si se te pincha una rueda en plena carretera. Así que te vamos a dar unos pocos consejos para que puedas apañártelas bien, y sin ningún problema.
Lo habrás visto en películas, y no está tan mal todo, sino que parece incluso divertido. Pero cuando estamos solos, y no tenemos ni idea, no es tan divertido. En primer lugar, recuerda señalizar que estás parado en mitad de la nada. Los triángulos, chaleco, luces de emergencia. Todo eso que nos dijeron en la autoescuela y que tenemos que rescatar del fondo del cajón.
Después, valora si te crees capaz de cambiar la rueda o no. Da igual, hoy en día no tienes por qué saberlo, ni vas a quedar como un inútil. Así que si sabes que eres incapaz, llama a tu seguro y que te envíen ayuda. Eso sí, nunca, nunca, nunca, hagas kilómetros con la rueda pinchada. Para inmediatamente, donde puedas. Porque si no, puedes estropear la llanta, y cargarte más cosas de las que ya has hecho.
Comprueba que tienes todas las herramientas necesarias, que deberías tenerlas, incluyendo lo más importante, que es la rueda de repuesto. Después, debes colocar el gato en el lugar adecuado, para que soporte el peso correspondiente, subimos el vehículo, y vamos aflojando los tornillos. Desenroscamos la rueda, y colocamos la de repuesto, y volvemos a apretar los tornillos, con la suficiente fuerza como para que aguante lo suficiente. Después, lo más seguro es comprobar la presión de la rueda nueva, y si no es suficiente, llenarla en una gasolinera.
Sí, todo esto es más difícil de lo que pensamos, pero todo es cuestión de ponerse manos a la obra, y de no estresarse demasiado.
