Mr Proper

Mr Proper se cambió el nombre por Don Limpio de buenas a primeras, a principios de los años noventa y sin darnos tiempo a asumir esa repentina alteración de la identidad. El tipo seguía siendo calvo, cachas y de ojos azules. Conservaba también su pendiente de aro en la oreja derecha y mantenía su atuendo: una camiseta blanca. Pero ya no era Mr Proper, sino Don Limpio.

La solución a este enigma tiene que ver con una estrategia económica. Procter & Gamble, una multinacional estadounidense de bienes de consumo, fue la empresa que introdujo a Mr Proper en España. La idea era llamar al producto Don Limpio, puesto que en otros países se llamaba de esta forma pero en sus respectivos idiomas: Mister Clean en EEUU, Meister Proper en Alemania, Monsier Propre en Francia… Sin embargo, en ese momento Don Limpio les pareció un nombre un tanto ridículo y decidieron hacer una adaptación del nombre que tenía el producto en Francia, donde era todo un exitazo: Mr Proper.

El momento del cambio llegó en los noventa. A la empresa le resultaba difícil que una misma marca con nombres similares conviviera con distintos precios en los países donde se comercializaba. Por ello, decidieron cargarse a Mr Proper y resucitarlo al instante con el nuevo nombre de Don Limpio. Pero lo que no podían imaginarse desde Procter & Gamble era la tremenda popularidad que iba a alcanzar en España este personaje con pinta de matón. Una vez que un nombre cala hondo en el imaginario colectivo de un país es difícil que se olvide y menos que se cambie. Así que aunque veamos las palabras Don Limpio en la sección de productos de limpieza de los supermercados o centros comerciales, el calvo de los productos limpiadores para el hogar es y será siempre Mr Proper.