¿Creías que el Grumpy Cat iba a ser el único que ocupara tus pesadillas? ¡Pues no! Te presentamos a Garfi, que debe ser la pesadilla del Grumpy Cat. Es un gato persa, que tiene la mismísima cara del demonio, puesto que parece que está siempre planeando su próxima maldad.

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Solo hay que mirar las fotografías para darte cuenta de que a este gato parece que le ha poseído el diablo. Y es que tiene siempre tremenda cara de mala leche, que parece que está amenazándote, o intentando matarte con la mirada. Es como si supiera que eres una mala persona y te están juzgando precisamente por eso. Entonces, lo que intenta es precisamente, castigarte.

Si no, mira esta foto en el grifo del cuarto de baño. Es como si ya de por sí te estuviera dando una advertencia: «Cuidado, humano, como abras el grifo, las diez plagas parecerán cosquillas en comparación al castigo que te espera». Vamos, que cualquiera se acerca a lavarse las manos. No sabemos si su nombre se debe a Garfield, el gato que odiaba los lunes, porque bien se parece. 

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En realidad, Garfi es un gato persa y es de lo más adorable que existe, porque es muy dulce y dócil. No es para nada un gato arisco. Simplemente, la naturaleza le ha dado una cara que hace que parece que odia a todo el mundo, cuando en realidad no es así. Vive en Turquía, y su dueño asegura que es muy bueno con los demás miembros de la familia, y que vive rodeado de otros gatos. 

Nunca ha tenido problemas con otros animales, y es más, se deja fotografiar, por lo dócil que es. Como vemos, es un excelente modelo. Esto nos demuestra que no hay que fiarse de las apariencias, puesto que la cosa más dulce puede tener un envoltorio muy áspero. Y esto es lo que pasa con el dulce Garfi.

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