perro

Llegas a casa y te encuentras el cuerpo del delito: un almohadón destrozado, un pedazo de pared desconchado, y restos de basura por los suelos. ¿Eso de ahí qué era antes? ¿La cortina? ¿El enchufe? No, en realidad todo es el resultado de un perro aburrido.

Por eso, tienes que estar atento para que tu mascota no sufra de ansiedad y termine haciendo este tipo de cosas que deberías calificarlo de «desastre natural». Porque es peor que un huracán, o un terremoto. Tanto los perros de campo, como los de ciudad, corren ese riesgo. «Si mi amo no mueve el culo del sofá, ¿por qué debería hacerlo yo?», podría pensar.

Así que eso mismo, no seas vago y pon en práctica algún truco para que tu mascota no se aburra. Recuerda que antes se tenían mascotas para que ayudaran a sus amos. Si tienes un jardín grande, ¿por qué no le permites escarbar un poco en la tierra, y que hagan un agujero? Tranquilo, es improbable que llegue a China, y puede resultarte útil si planeas colocar ahí un pequeño huerto.  O quizás puedas colocar un estanque, para que estén frescos en verano y se den un buen baño.

Si no tienes sitio para esas actividades, y no sueles estar en casa por trabajo, o cualquier otro motivo, inténtalo con juguetes. Los ‘kong’ suelen ser famosos y muy útiles, pues tienen un agujero en el centro, que puedes rellenar con chucherías o con cosas que les guste, como por ejemplo, mantequilla de cacahuete. Así se entretienen un buen rato, mientras esperan a que llegues del trabajo.

Y cuando llegues, saca la correa, y echa una buena carrera. Puedes coger la bici, unos patines, y así tú también te diviertes un poco. Vale, igual no te apetece después de pasar todo el día trabajando, pero recuerda, tú estás cansado, pero ellos llevan una eternidad esperándote, así que intenta complacerles un poco y llévales a dar un buen paseo para que se cansen, y duerman con toda la tranquilidad del mundo. Y tú también.