gatitogatoCuando decidimos adoptar a un nuevo gatito al llevarlo a casa lo que a nosotros nos parece una idea genial, puede no ser muy bien recibida por los gatos mayores que ya habitan el hogar, por lo que enseguida suele devenir una crisis que puede generar gran estrés, tanto en las personas como en los animales, ya que la armonía parece desaparecer muy rápidamente.

Lo primero que hay que tener en cuenta es que no hay que desesperar, mantenernos tranquilos será fundamental para transmitir este mismo sentimiento a los animales, sobretodo a los mayores, que son los que tienen que aceptar y asimilar la presencia de un nuevo miembro en la familia, por lo que hay que respetarlos y tenerles paciencia.

Lo siguiente es cuidar de no crear malos entendidos, a veces en el afán de proteger al nuevo gatito podemos llegar a apartar a los otros gatos que intuitivamente resoplarán y mostrarán una actitud muy poco amigable, esto es enteramente normal y hay que permitirles expresarse, dejar que lo vean, que refunfuñen y posteriormente suelen retirarse a sus sectores predilectos, para calmarse, no hay que retarlos ni ir a buscarlos, tampoco obligarlos a congeniar de inmediato.

Luego hay que ir estableciendo una rutina de conformidad, ofreciendo una marcada atención a los gatos mayores sobretodo jugando con ellos en soledad, de esta manera pierden ansiedad y estrés al mismo tiempo en el que advierten que no se los ha dejado de lado y que tienen momentos únicos para estar con sus amos, no siempre en compañía del nuevo gatito, que en principio lo verán como un intruso.

A la hora de la comida, hay que mantenerlos apartados pero que se vean, es importante que compartan este momento de forma segura, mediante una puerta de vidrio o una red que les impida acercarse demasiado unos a otros. Con el paso del tiempo intuitivamente iremos advirtiendo cuando es momento de juntarlos definitivamente para comer.

Tras los primeros días de juegos solitarios con los gatos adultos, podemos hacer intervenir en la escena al nuevo gatito, pero sin dejar de prestarle exclusiva atención a los mayores, de esta forma asimilarán la distención del juego con la presencia del gatito, y poco a poco lo irán incorporando a su juego, irá formando parte de lo cotidiano y cuando queramos acordar ya será un miembro más de la familia felina y humana.

Por último, no podemos dejar de tener en cuenta que en los primeros contactos pueden surgir algunos golpes por parte de los grandes hacia el pequeño, si bien hay que vigilar que la situación no pase a mayores, tampoco hay que enloquecer ya que estos golpecitos son correctores de comportamiento que le van indicando al pequeño la manera correcta de interactuar, lo hacen las hembras con sus crías y no les hace daño en realidad, se ve mucho peor de lo que en realidad es.