Están en la puerta de casa cuando llegas, y siempre a tus pies. Y es que quieras o no, son una parte importante de tu casa. Por eso mismo, vamos a hacer un repaso por las alfombrillas o felpudos más divertidos del mundo.

Mi-casa-mi-musica-mis-reglas

Tu casa, tus normas

Esto resume muy bien lo que debería ser tu casa: es tu casa, así que tú pones la música y las reglas. Ahora bien, si luego se contradice, ya es cosa tuya. Por eso es bueno poner un felpudo así, porque así, avisas ya a las personas que te visitan, para que luego no haya quejas. Vamos, que si se vendieran en español, acabarían triunfando y agotándose.

En cualquier caso, un felpudo, aunque no lo parezca, es bastante importante. Impide que ensuciemos la casa en días de lluvia, o días en los que pasamos por sitios con mucho polvo, que podemos ir arrastrando hacia nuestra casa. De hecho, probablemente sea la primera cosa que veamos de toda nuestra casa, o de lo que consideramos nuestra casa. Así que es importante que nuestro felpudo refleje algo de nuestra personalidad.

También hay que decir que a veces se nos olvida una cosa muy importante, que es limpiar el felpudo. Cada cierto tiempo, dependiendo de la gente que pase por nuestra casa, hay que sacudirlo, para quitarle todos los restos que se han podido acumular. Hay quienes dan un manguerazo, o los sacuden por el balcón. En cualquier caso, asegúrate de que sea un sitio donde no vaya a molestar a nadie, para no tener problemas después por la dichosa alfombrilla.