No te has equivocado al leer el titular. La realidad es lo que se saca de ahí: podría existir una empresa sueca que te paga por tener una hora de sexo al día. Bueno, en realidad es algo más ambiguo. Pero nosotros te lo explicamos.

Dicen que los países nórdicos nos llevan la delantera en cuestiones de materia social y laboral. Incluso educativa. Y en estos aspectos, nosotros no lo dudamos en absoluto. Sin embargo, de ahí, a que las empresas paguen para que tengas una hora de sexo al día… Vale, igual es un poco exagerado. Pero es una propuesta TOTALMENTE REAL.

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Hay un concejal en la ciudad de Overtornea, Suecia, llamado Per-Erik Muskos, que es el que ha hecho la propuesta laboral que ya conocemos: que las empresas pongan una pausa a sus empleados, con el fin de que tengan sexo con su pareja. Y esa pausa, estaría pagada por la propia empresa, claro está.

Osea, no es que la empresa te pague unas señoras o unos señores libertinos, sino que te dan tiempo libre para que lo aproveches con tu pareja practicando sexo. Eso sí, esto nos plantea muchas más dudas. Por ejemplo, que qué ocurre, si no tardas una hora. O qué pasa si estás soltero. Osea, son muchas dudas que se nos van planteando, y que parece que es una propuesta con muchos cabos sueltos. 

Lo que ha dicho el político en cuestión, Per-Erik Muskos, es que evidentemente, no existe ninguna garantía de que el trabajador utilice esa hora para el sexo. Ha puesto sobre la mesa esa propuesta porque son muchos los estudios que avalan que el ejercicio físico y el sexo es bueno para la salud, y para el rendimiento laboral. Y eso, desde luego, no lo dudamos. Pero claro, hay muchas personas que por decisión propia, o no, están sin pareja. ¿Esas personas no tienen oportunidad para mejorar su rendimiento a través de la práctica del sexo? He aquí la cuestión.

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Además, Muskos también ha admitido que existe una gran probabilidad de que el trabajador use esa hora para pasear o para asuntos propios, y aunque admite que es difícil de aplicar, lo cierto es que es, cuanto menos, curiosa, y al menos da de qué hablar. 

De todas formas, esto es posible en un país en el que la productividad es bastante alta, y el descanso para comer, muy reducido. En un país como España, todo sería jauja y fiesta, y entre la «pausa para el café», la «pausa para el cigarro», y la «pausa para el sexo», aquí no habría nadie que estuviera trabajando.