Ahora que somos mayores, tenemos un cuidado extremo con nuestro pelo: elegimos cuidadosamente la peluquería, o nos fiamos del instinto de madre, y dejamos nuestro cabello en sus manos. Cada uno tiene su propia estrategia, eso sí, pero igual viene de una experiencia traumática que hemos vivido anteriormente. Por ejemplo, lo que se ve en el vídeo que te dejamos al final del post.
Es un vídeo recopilatorio de niños que se cortan el pelo ellos solos. No sabemos de dónde viene ese pensamiento, pero todos pasamos por esta etapa. Si crearon una Barbie a la que le crecía el pelo (de la cabeza), por algo fue. Porque desde pequeños, hemos tenido una tremenda curiosidad por las tijeras, y por nuestro pelo. Es la necesidad de imitar a nuestros padres, o lo que vemos en la televisión. Así que experimentamos. Y los resultados son de lo más desastrosos.
Por supuesto, lo que más se ve en el vídeo, son niños llorando, porque enseguida se dan cuenta de lo que han hecho, y de que lo que tienen ante el espejo son ellos mismos con cuatro pelos de menos. Pero la verdad es que hay reacciones de todo tipo. Especialmente a nosotros nos ha hecho mucha gracia el niño que, al parecer, se pasó con la máquina para rapar el pelo, y llorando, le dice a su madre que lo arregle. Cuando ella le pregunta cómo arreglarlo, él responde: «con pegamento».
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No solo eso, sino que también podemos ver niñas de lo más monas, con trasquilones en lugar de flequillo, que están muy orgullosas de su obra maestra, y cuando el padre, muy serio, pregunta si se ve guapa, ella contesta que sí. Oye, la confianza es buena, y si esa niña se siente guapa con un nido de pájaros en lugar de pelo, pues mucho mejor para ella.
