En nuestro camino a chef expertos, nos encontramos con ciertos platos básicos, de los que os damos cuenta de que realmente no son tan básicos. Y la pasta es uno de ellos. Creemos que todo el mundo puede hacerlo, y efectivamente, es verdad, pero no todo el mundo puede hacerlo… bien. Así que te vamos a dar un par de trucos para que la pasta sea más sabrosa, y tenga un par de beneficios extra. 

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En primer lugar, tienes que saber que no debes echar nada al agua de la pasta. Intentamos darle algo más de sabor o de consistencia, echándole un poco de mantequilla, o aceite, y es un grave error, porque esto hace que después la pasta no se pegue bien a la salsa que vayamos a utilizar para condimentar el plato final.

Al parecer, eso es algo que hacemos mal todos los españoles, pero que tiene fácil solución, aunque nos cueste desarraigarnos de esa opción.  No eches nada al agua, como mucho, la pizca de sal, para que coja un poco el sabor.

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Pero no es lo único que hacemos mal, porque una de las cosas básicas es que cocemos demasiado la pasta. Tenemos la creencia generalizada, de no pasa nada si la pasta se nos pasa de cocción, ya que por lo menos no se ha quedado crudo. Sin embargo, esto no es cierto, porque siempre es preferible la pasta al dente, y te vamos a dar una razón de peso, nunca mejor dicho: al parecer, la pasta pasada de cocción, suele engordar más. Así que por una vez en tu vida, intenta cocinar la pasta al dente, y es probable que tu vida mejore de alguna manera. O al menos, te librarás de un peso que has tenido siempre  encima.

Bueno, al final no resulta tan difícil, si sigues nuestros consejos.