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Centralia siempre destaca en las listas de pueblos fantasmas, y con razón. Localizado en Pensilvania, Estados Unidos, este pueblo con casi dos siglos de antigüedad sucumbió a mediados del siglo pasado al peor de los destinos. Un camino súbito a la desaparición y a la desolación más absoluta, que ha inspirado auténtico arte.

Esta ciudad situada en el entorno forestal de Pensilvania, sirvió como inspiración para el videojuego original de Silent Hill, aquel mítico juego de terror que se lanzó exclusivamente para Playstation allá a finales de los noventa y que según pasaron los años, descubrimos que tenía y tiene una trama mucho más profunda de lo que pudiese parecer. Centralia ha dado para esto y mucho más. ¿Qué tal están las cosas ahora por Centralia?

stop-centraliaUn poquito de historia

La historia de Centralia se remonta al último tramo del Siglo IXX, en una época donde Estados Unidos pasó por la Guerra de Secesión. Habitado casi por primera vez por el ingeniero en minas Alexander Rea antes de la Guerra Civil estadounidense, el pueblo basó su economía en lo que por entonces fue la salvación de muchas familias para poder comer y vivir una vez terminada la guerra, la minería de carbón.

Catorce años después de que Alexander se mudase a Centralia y dedicase su tiempo en comenzar a expandir la ciudad, fue asesinado por cuestiones diversas de minería y por entonces el pueblo vivió una gran tragedia. Pero lo peor se estaba gestando bajo el suelo, y nadie lo supo. Hasta que ocurrió lo inevitable.

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No fue hasta el año 1970, cuando los habitantes de Centralia se percataron que el subsuelo bajo la ciudad estaba en llamas, carbón ardiendo en suficiente cantidad para prolongar el incendio dos siglos más. Este fuego bajo el suelo provocó tremendos socavones en las carreteras, graves problemas de salud en los poco más de mil habitantes de la ciudad, un peligro inminente que pudo desencadenar en explosiones de gas y tanques de combustible. Viéndolo así, no parece extraño que pocos años después, no quedase prácticamente nadie. Casi nadie, porque poco más de una decena de vecinos, decidieron quedarse. Y hoy día, allí siguen.

La historia de Centralia hasta nuestros días ha ido en continua decadencia. El gobierno indemnizó a todos los vecinos que se marcharon del lugar y posteriormente derribaron la mayoría de la casas de la ciudad, muchas de ellas bordeaban la carretera general y con su desaparición, crearon un ambiente aún más siniestro. Porque entre la niebla típica de Pensilvania, un pueblo que apenas se ha sostenido después de cuarenta años, y la consiguiente ruina de los edificios, coches abandonados, carreteras que según avanzan los días se van partiendo más y más… como para no inspirar historias de terror, ¿no?

Pensilvania intentará reducir el fuego

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En Pensilvania no quieren que Centralia vuelva a ser habitado, no obstante sí han mostrado una gran preocupación por los gases contaminantes que proceden del subsuelo y que afectan a la calidad del aire de núcleos de población cercanos. Vamos, que está siendo un problema más allá de la ciudad y nada fácil de resolver. Pensilvania anunció en 2014 el ingreso de más de un millón de euros para intentar apagar el fuego, pero por ahora sin éxito. Son kilómetros y miles de toneladas de carbón que están reventando el suelo de esta tranquila zona de Pensilvania, y no parece que haya otro camino que no sea el natural.