El Museo Picasso de París ofrece una nueva exposición del pintor, en la que se reúnen 220 piezas en las que Carmen es la musa. La misma estará abierta al público hasta el 24 de junio próximo y el visitante tendrá la oportunidad de apreciar la influencia de este personaje en el pintor español.

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Pinturas, dibujos, acuarelas, grabados o simples cartas postales son el conjunto ecléctico del que sirve Picasso para dar sentido a una visión de la mujer, heredada tanto de la literatura como de la experiencia en los burdeles o de las sucesivas las conquistas femeninas del pintor.

La historia nos dice que Picasso se interesó por el mito de mujer libre y cambiante en 1898, plasmado en la figura de Carmen de Mérimée. A lo largo de su carrera esto inspirará grabados y dibujos en el artista.

De la gran muestra reunida en París, 14 obras proceden del Museo Picasso de Barcelona y otras del de Málaga, que se completa con unas pocas obras venidas de EE UU, Rusia y de un gran contingente que pertenece a colecciones públicas o privadas francesas.

El préstamo barcelonés incluye cuadro como La Chata, el retrato de la señora Canals, el de la Salsichona y El beso.