Hay cosas cotidianas que usamos tal y como se nos ha enseñado. Y como son cosas primeras, realmente las usamos, pero sin tener conocimiento de por qué, o de por qué lo estamos haciendo así. A continuación te vamos a enseñar unos cuantos objetos (o partes del cuerpo) que estamos usando mal, o que no sabemos para qué las tenemos.

Y es que aunque muchas veces nos preguntamos por qué estamos haciendo ciertas cosas, otras veces no nos lo planteamos para nada. Se nos ha enseñado a usarlo así, y ya está. Es por eso que a partir de ahora, puedes contar el origen de algunas cosas, para quedar de listillo en las fiestas. Puede que te sirva para algo más, pero nosotros no lo hemos descubierto. 

anilla refresco

El anillo de la lata de refresco

Para nosotros, esa anilla simplemente servía para abrir la lata y ya está. Más que nada, porque nosotros solemos beber de la lata a morro, o usando un vaso, si acaso. Pero nada más. Es por eso que tal vez nunca habíamos llegado a esta conclusión. Sin embargo, resulta que tenía una función extra, que es la de sujetar una pajita y que se mantenga derecha. 

Sí, lo único que hay que hacer es girar la anilla, una vez tengamos la lata ya abierta, y el agujero que tiene, sirve para mantener la pajita recta y que no se vaya para los lados. Puede parecernos un poco absurdo, pero si solemos beber refrescos con pajita, puede llegar a ser realmente útil.Â