10 consejos para poder enfrentar el estrés laboral

Prioridades

Gran parte de nuestra vida se rige por prioridades. Desde luego, en el trabajo no iba a ser menos. Aunque todo es vital y seguro que muy importante, alguna cosa lo será más. Tenemos que intentar hacer primero lo que lleva más tiempo sobre la mesa.

Sin duda, es una de las mejores formas de ir amontonando las hojas. Es por ello que el orden siempre juega un papel fundamental para que el estrés laboral no llegue a producirse. Sin duda, necesitamos establecer una especie de esquema de trabajo.

En él, irán las principales prioridades y es que, siempre tenemos que centrarnos en ellas. Cuando hayamos hecho todo lo que teníamos atrasado, sin duda nos vamos a sentir mucho mejor, porque la presión que teníamos será mucho menor también.

Programar

Ahora llega el turno de la programación del trabajo. Sin duda, volvemos a hablar de una especie de organización. Es que sin ella, nada podríamos hacer. Y si lo llegamos a hacer sería bajo un nivel de estrés bastante superior. Algo que no nos compensará.

Así que, vamos a intentar programar todo el trabajo. Sin duda, no siempre es sencillo porque a veces ocurren cosas de última hora. Así es que, necesitamos darle un margen de algunos minutos entre una tarea y otra. De este modo, sobrará algún tiempo.

Algo que será fantástico aunque sea para ir a dar un paseo hacia el baño. Nos sentiremos perfectamente bien cuando programamos el trabajo y sabemos que vamos cumpliendo con los establecido. Sin duda, es una de las mejores maneras para decir adiós al estrés.

Jornada más larga

En ocasiones, pese a habernos organizado o a crear ciertos esquemas de trabajo, no conseguimos terminar. En este caso, cuando la jornada es más larga, entonces necesitamos compensarla de otra manera. De nada sirve no descansar e ir corriendo de un lado a otro.

Sí es lo habitual que solemos hacer pero también lo menos acertado. Más que nada porque el cuerpo estará generando mucho más estrés. Algo que no podemos controlar de una manera rápida pero sí, haciendo algunos cambios en nuestro día.

Si te quedas más horas trabajando entonces, también tendrás que dormir un poco más y alimentarte de la manera correcta. En lugar de salir ese día a hacer recados, descansa y quédate en casa tras salir del trabajo. Date un capricho en tu menú y opta por las bebidas naturales.

Descansos

A veces, entre el ajetreo de tanto trabajo, no nos damos cuenta y ya han pasado varias horas sin poder levantarnos. Entonces, cuando te das cuenta ya te está doliendo todo el cuerpo…¡no es para menos!. Lo mejor es levantarse cada hora.

Aunque solo sea dar unos cortos paseos por el despacho o bien, ir hacia el baño. Todo sirve mientras nuestro cuerpo se esté moviendo. Intentaremos relajar tanto los brazos como el cuello. Para ello, podemos hacer unos sencillos estiramientos.

Las malas posturas también son perfectas para generar más estrés en el cuerpo. Claro que no es algo recomendado porque podrán salir en forma de contracturas con dolor o incluso mareos. Así que, antes de que ésto suceda, siempre es mejor optar por el descanso.

Recupérate

Éste es uno de esos casos que sabemos a la perfección en la teoría, pero que luego llevado a la práctica puede resultar un tanto diferente. Cuando ya nos vemos sobrepasados por el trabajo, entonces solo queda mantener la calma durante unos minutos.

Podemos comenzar con un poco de respiración. Una respiración lenta pero siempre profunda. Intenta no repertirla muy seguido porque puedes llevar a marearte. Intenta dejar al mismo tiempo, la mente en blanco. Otras personas cuentan hasta 10.

Son técnicas para intentar relajarnos en esos momentos en los que querríamos tirar todo por la ventana. Pero no, necesitamos recuperarnos del estrés laboral de este día. Intenta ser siempre positivo y no te olvides del que el buen humor nos ayudará mucho.