Muchas veces hemos dicho que la entrada de cine nos cuesta un ojo de la cara, un riñón, u otras partes del cuerpo. Y bien es verdad, porque en apenas una década, hemos pasado de pagar apenas cuatro euros, a pagar el doble o más, depende de las ciudades. Pero, ¿cuánto gana cada sector por cada entrada vendida? En realidad no es tanto, e incluso puede que te de un poco de pena. Pero más pena nos da a nosotros no poder ir al cine cada semana por el precio.
El precio de la entrada lo fija cada cine, en función de los factores que ellos quieran: la ubicación, si está dentro de un centro comercial, si la calle es muy concurrida, o si las películas adquiridas son caras o no. Pero por cada entrada, aproximadamente se reparte: el IVA cultural, que es un 21%, la empresa que lo distribuye se lleva un 42%, mientras que la sala obtiene un 34%. El 3% restante es lo que se contempla como derechos de autor. Así que ciertamente sí que los que acaban malparados son los autores.
¿Qué ocurre en los eventos como la Fiesta del Cine? Pues que se rebaja el precio, y el coste de la rebaja la asumen los exhibidores, los distribuidores, y los productores. Vamos, que lo que es el IVA no se toca, porque por supuesto, no es una iniciativa estatal. ¿Compensa? Para el espectador sí. Evidentemente, es mejor contar con una sala de 100 personas completamente llena por 300 euros, que tener una sala con 15 personas por 105 euros. A largo plazo, por las sesiones, para nosotros sí que compensaría, pero para ellos no, de ahí que no se contemple una bajada permanente del precio del cine.
Si baja el IVA, ¿cambiará algo el panorama? Bueno, es posible. Si ahora vamos una vez al mes, puede que con la bajada del IVA, se pueda asistir incluso dos veces.
